Si esta imagen no te emociona, no te gusta el cine de verdad

martes, 11 de octubre de 2011

LA VIDA ES BELLA


Amigos blogueros he de decir que me encantan las películas donde se tratan temas conocidos y dramáticos desde otro punto de vista. Esta película es una de ellas. La vida es bella (la vida é bella), cuenta lo que ya sabemos pero desde una visión muy tierna y entrañable.

El director, Roberto Benigni nos muestra un dolor que te hace sonreír y sentir emoción desde el principio. Tiene esa habilidad en sus películas. Sabe cómo llegar directo al corazón sin pasar por la casilla de salida.

La vida es bella (1997), es una tragicomedia que nos hace meternos en la película e intentar ayudar a ese padre (Guido), que deja la realidad de lado y, con su buen carácter y alegría, consigue que su hijo Giosué (Giorgio Cantarini), cierre los ojos a un mundo tremendamente cruel y los abra a un mundo que es el que le tocaría vivir si las circunstancias fueran otras, un mundo de juegos y diversión. Roberto Begnini, que interpreta a Guido en esta película, logra todo esto, su hijo es un niño y como tal, debe disfrutar jugando. Roberto tiene esa habilidad y sabe cómo hacerlo. Actúa de manera natural, creo que no le cuesta mucho interpreta este papel porque él es así, sigue siendo un niño ilusionado con la vida y lo sabe transmitir perfectamente al espectador.



Esta película empieza como una comedia romántica al puro estilo italiano, donde aparece Dora (Nicoletta Braschi), ella da ese punto romántico, sereno y tierno a la película con su magnífica interpretación, es una mujer encantadora, esa es la definición. Mujer de Guido en la película y mujer de Benigni en la vida real, ellos aseguran que “cada día que pasa nos queremos más”.



Esta comedia empieza a transformarse, a partir de la segunda parte, en un drama, sin perder ese toque de humor que nos sujeta durante toda la película. Benigni sabe hacernos llegar al drama a través del humor y cala hondo en nuestros corazones, que siguen sonriendo, aunque con cierta amargura.



El gran cómico Walter Matthau, que trabajo con Benigni en "el pequeño diablo", afirmo en una ocasión:

"Este hebreo que sigo siendo dice abiertamente que La vida es bella es una auténtica obra de arte, y doy gracias a Roberto."

A pesar del tremendo drama, nos hace llegar al optimismo, no quiere que nos sintamos tristes, todo lo contrario, gracias a su alegría consigue que su hijo sea feliz y que piense que “la vida es bella” pase lo que pase.



Nos encontramos las siguientes declaraciones del propio Roberto Benigni:

"La vida es bella es una frase que va más allá de la película, que resume toda una actitud hacia la vida, que tenemos todos la posibilidad y hasta la obligación de encontrar bella." "Hay una cosa curiosa. Si yo digo '¡Soy el mejor, soy de una raza superior!', a la gente le da la risa. Pero si en lugar de eso, digo '¡Somos los mejores, somos de una raza superior!', la gente se lo puede tomar en serio. Ése es el problema." "El humor lo puede todo. Lo importante es no ofender." "Necesitaba explicar todo lo positivo que he aprendido en mi vida. Creo que puede entresacarse una lectura fundamental: cuando se entremezclan las culturas, se produce una chispa que señala el camino del arte." "En esta película recurrí a una cosa muy importante para mí: la ingenuidad, la pureza, la simplicidad de la niñez."



"Todos sabemos o nos imaginamos el horror de los campos de exterminio, pero una pequeña señal de ello es tan efectiva como el que te abran la puerta al abismo para que lo contemples. Lo obsceno debe permanecer fuera de la escena. ¿Qué hay más horrible que pensar que se puedan llevar a niños inocentes a la cámara de gas? ¿Hay que mostrarlo para horrorizar a la gente? Pienso que no".


Estoy totalmente de acuerdo con la declaración de Benigni, no creo que ofenda en absoluto, todo lo contrario. Sabemos e intentamos comprender lo horrible que fue, aunque no llegaremos a saberlo nunca, porque nuestra cabeza no esta, ni nunca estará preparada para algo tan espeluznante, en esta película no se quiere mostrar de nuevo ese horror, aunque esta latente todo el tiempo. Estamos ante otra visión que solo intenta que nuestros corazones no se encojan tanto.



Una de las escenas que me parece realmente conmovedora es cuando Guido pone música en un gramófono y lo acerca a una ventana para que lo escuche su mujer, esa manera tan especial de cuidar de los suyos pese a lo que esta viviendo, me parece de una ternura inmensa. Esta cinta tiene escenas realmente tiernas y humanas, que son tratadas con gran acierto y sensibilidad.



Es una película donde los planos están perfectamente sincronizados. La banda sonora tiene un peso enorme en esta cinta. Esta banda sonora esta compuesta por Nicola Piovani, compositor, director de orquesta y pianista italiano. Gano el Óscar a la mejor banda sonora original dramática por la partitura de la vita e bella.



En boca de este compositor él piensa que «demasiadas músicas de película puede convertir a un compositor en una especie de mercenario, en cambio en el teatro la música es sobre todo artesanía». En consecuencia, trabaja principalmente en teatro musical, y también compone conciertos y música de cámara.

Hace varios años corrió un rumor de que Nicola Piovani era un seudónimo del conocido compositor Ennio Morricone (1928−), un hecho que Piovani utiliza humorísticamente al hablar en público.

El guión de esta cinta es perfecto, los diálogos brillantes, naturales, son palabras que fácilmente saldrían de boca de Benigni y por eso resultan tan naturales. Es difícil hacer llegar el terror del holocausto a través de esta tragicomedia y conseguir ese equilibrio entre el horror y la ternura. Es tarea complicada y Benigni lo ha conseguido. Ríes y lloras porque es inevitable sentir alegría y tristeza a la vez. Es una película que huele a Chaplin por los cuatro costados. Recordemos las películas de “ell gran dictador” o “el chico”. Según cuentan, el número que llevaba Chaplin en el uniforme en “el gran dictador” es el mismo que llevaba Benigni en el uniforme del campo de prisión”.



Es una historia conmovedora que se ha ganado un sitio en nuestros corazones. Ojalá más gente tuviera por bien hacer feliz de esa manera a aquellos a los que ama. Este mundo sería más bello. Para el que no la haya visto, ya esta tardando....



miércoles, 21 de septiembre de 2011

MENUDO RAP

Hola amigos,

Ya estoy de vuelta. Espero volver a entrar por vuestros blogs y cotillear todo ese arte que tenéis. He tardado mucho en volver pero lo importante es volver a disfrutar con todos vosotros de cine, mucho cine.

Para ir calentando motores os voy a dejar este rap de cine, es muy bueno, merece la pena escucharlo. Es el séptimo vicio amigos, nada más y nada menos. Porque el cine es un vicio, ¿o no? ¿vosotros que decís?

Un besote a todos!


viernes, 12 de agosto de 2011

MOULIN ROUGE



Ya estoy de nuevo con vosotros para hablaros de Moulin Rouge (2001), un musical original que rompe con la estética de los musicales clásicos, manteniendo la esencia de una historia sencilla, repleta de canciones modernas de los años 80 y 90 junto con bailes trepidantesde can can.


Moulin Rouge esta dirigida por Baz Luhrmann, actor, director, guionista y productor australiano (todo en uno). Como interpretes nos encontramos al guapísimo Ewan Mcgregor y a la delicada Nicole Kidman, que, aunque no es de mis preferidas, reconozco que en esta película me sorprendió por su buena interpretación y por su pequeño punto cómico que deja ver en una de las escenas.


Baz Luhrmann coge una historia sencilla y la lleva, a través de su lente, a un mundo de euforia, lleno de sensualidad y fantasía. Es una historia narrada a través de la canción. Junto con el co-escritor Craig Pearce y la diseñadora de producción Catherine Martin, viajan a París para escribir una sinopsis y llevar a cabo una meticulosa investigación histórica de Montmatre a finales del siglo veinte. Analizan la forma de cómo se percibía en aquel entonces el París y el Moulin Rouge del siglo XIX—a la vanguardia en el sexo, la música, la danza, el teatro, el pensamiento moderno—los realizadores se introdujeron en la vecindad, las jurisdicciones y la cultura de su historia para poder representarlos de manera fehaciente. Realizaron una investigación que lo abarcó todo, desde el can-can a Toulouse-Lautrec (un personaje importante en su historia), a los escritores y periodistas que plasmaron sus intensos recuentos de primera mano de los mismos centros nocturnos de finales del siglo diecinueve.

Catherine Martin comenta: "Se trata de manipular los elementos que existían en su mundo, con un lenguaje contemporáneo, para que una audiencia moderna pueda tener acceso a este mundo de época". "Baz quería que creáramos un mundo bajo un estilo al que llamó ‘artificialidad real’. Un París ‘inventado’ donde el musical de su creación se ubicara de manera placentera. Un lugar donde, desahogarse con una canción, fuese algo natural”.

BAZ LUHRMANN

El rodaje duro 188 días y se utilizaron 650 extras y más de 750 técnicos. Esta película esta dedicada al padre del director, Leonard, que falleció justo antes de comenzar el rodaje.

Basada en gran parte en la ópera de Giuseppe Verdi “la traviata” así como en la novela de la “dama de las camelias” del escritor francés Alejandro Dumas (hijo). Nos muestra una preciosa historia de amor ambientada a principios del siglo pasado, en el París de la revolución bohemia. París de los artistas incomprendidos que buscan la libertad, la verdad, la belleza y el amor, son los llamados “hijos de la revolución”.

Mcgregor interpreta a Christian, un joven poeta y escritor que llega a Montmartre, en busca de un sueño, quizás el sueño de todos y cada uno de nosotros, el amor. En esta búsqueda se encuentra con un grupo de alocados bohemios que le enseñaran el mundo de la noche y ese mundo empieza, como no podía ser de otra manera, en el Moulin Rouge. Todo comienza en ese momento, donde, por un fortuito error, conocerá a Satine (Nicole Kidman), la cortesana más famosa de la ciudad. Estos dos personajes van a experimentar una verdadera historia de amor, no con pocas complicaciones para ambos.


Uno de los antagonistas de esta historia es Zidler, interpretado por Jim Broadbent, el dueño del local, cuyo único objetivo es convertir el Moulin Rouge en un gran teatro. No parará hasta encontrar a alguien que le financie, porque según Zidler "el show debe continuar". Para esta financiación aparece el duque de Monroth, interpretado por Richard Rouxburgh, un hombre adinerado que es capaz de todo para conseguir lo que desea. Ambos harán que la relación entre Satine y Christian se complique cada vez más.


RICHARD ROUXBURGH (IZQUIERDA) Y JIM BROADBENT (DERECHA)

Jim Broadbent (Zidler) hace una interpretación muy buena en esta película. Este actor inglés ya tenía claro desde muy pequeño que su pasión y su vida era el teatro y cambió sus estudios de música por la interpretación. Gano un Óscar como mejor actor de reparto por la película "Iris". Como curiosidad, contaros que este actor tuvo que ponerse un traje similar al que llevaba Robin Williams en “Sra. Doubfire”, para parecer más gordo.


En cuanto a Richard Rouxburgh (duque), de origen australiano, hace el papel de perfecto villano y con su interpretación nos sorprende a todos. Después de verle en “misión imposible II” junto con Tom Cruise (no haré comentarios sobre este “actor”), no te imaginas que pudiese interpretar a un personaje como el de Moulin Rouge, donde la comicidad y la excentricidad, se mezclan para crear a este personaje que Richard Rouxburgh (duque) capta desde el primer momento y lo hace suyo. El mejor momento de este personaje es en la escena donde cantan “like a virgin” de Madonna, sus gestos son espectaculares y con esa escena el personaje se dibuja del todo.




Hay unos secundarios que sustentan muy bien la película confiriendo dramatismo y más dosis de romanticismo, como es el caso de John Leguizano, que interpreta a Toulouse-Lautrec, pintor que vivió la revolución bohemia reflejándola perfectamente en algunos de sus cuadros de aquella época. Respecto al personaje de Chocolat, deciros que fue un personaje real. Era un bailarín francés de color, introducido en el mundo de los cabarets, hacia 1895, nada menos que por el mismísimo Toulouse-Lautrec.


Es una película que recupera el musical de antaño pero con un aire muy diferente, donde los movimientos de cámara, los efectos y los colores aparecen a cada momento de formas muy diversas, creando una atmósfera totalmente distinta a lo que estábamos acostumbrados en un musical. El ritmo es muy trepidante al inicio y durante casi toda la película, pero va frenando al final, se une a la historia y, a medida que el drama se va haciendo evidente, el ritmo decelera.



Hay escenas de fantasía muy logradas, donde se dibuja una luna con cara, y, donde una guapa Kylie Minogue, aparece como una pequeña hada verde que sale de la botella de Absenta, bebida preferida de los “hijos de la revolución”. Se ha criticado mucho esta película por todos estos temas de fantasía, cámara y ritmos y, sobre todo, por falta de argumento. Pero a mí, personalmente, me parece una visión muy original, donde el amor, con una pizca de comedia, se hacen evidentes en cada momento y, donde la cámara, acompaña a la historia como un personaje más. No se necesita un argumento muy rebuscado para hablar de amor, basta con que la película sepa transmitirlo. y eso lo hace perfectamente, sin llega a ser un pastel.


Las canciones, conocidas por todos, son estupendas. Canciones de éxito de la música pop combinadas con el diseño de época, donde destacan algunas de Elton John, Queen, David Bowie, Sting y Madonna, entre otras muchas. Me parece un gran acierto convertir la canción de Roxanne, del grupo Police, en un tango lleno de fuerza y energía; esto fue idea de Mariano Mores, músico argentino, pianista, compositor y director de orquesta de tango. Todas las canciones están muy bien empleadas y no te llegan a cansar, como puede pasar en otros musicales (o al menos eso me pasa a mi, pero quizás sea porque yo no soy de musicales, la verdad).

Las canciones se integran perfectamente en cada escena. Lo mejor de ellas es que están cantadas por los mismos actores, no han sido doblados y eso le da un extra a la película. Hasta en la escena del trapecio, Nicole no quiso que la doblaran y, como consecuencia de esto, tuvo una lesión de rodilla que casi le cuesta el rodaje de “los otros”, ya que se retraso el rodaje de Moulin Rouge y casi se junta con el comienzo de la película de Amenábar.


Hay que destacar el vestuario y maquillaje como parte clave en la película. Intervinieron más de 60 maquilladores y peluqueros y se diseñaron en Roma más de 85 pelucas. Así como más de 400 vestidos.  El vestido que saca Satine en la última escena y sobre todo el tocado nos recuerda mucho al vestuario de "la reina de los condenados" (2002) de Michael Rimer. Esto es así porque el diseñador de vestuario de ambas películas es el mismo, se trata de Angus Strathie.



SATINE

LA REINA DE LOS CONDENADOS

Esta película tiene una historia sencilla, una historia de sueños, de amor, como tantas que hemos visto. Lo que sucede con Moulin Rouge es que evoca historias de amor tales como la de Romeo y Julieta. Podriamos decir que es un mito órfico. Y esto le confiere a la cinta ese toque romántico tan especial.

Para todos aquellos "hijos de la revolución" y para los que no lo sean, aquí os dejo esta recomendación para que se despierten todos vuestros sentidos.

miércoles, 3 de agosto de 2011

SILENCIO DE AMOR

Hola amigos blogueros. Os voy a hablar de esta película que ví ayer porque creo que merece la pena. Te ríes y lloras casi al mismo tiempo. Es divertida, alegre, con ritmo ágil pero sin perder la esencia de película francesa que mima los detalles y se toma su tiempo. No os asustéis, no es una película lenta, ni mucho menos. Hay películas francesas que se hacen algo tediosas, pero no es el caso de la que nos ocupa.



Después de la película “hace mucho tiempo que te quiero” Philippe Claudel nos presenta esta nueva cinta “silencio de amor”, donde vuelve a ser el director y guionista. Claudel nos muestra una historia donde la comedia esta teñida de drama, un drama nada rebuscado dentro de una historia de personajes comunes, que tienen sus anhelos, sus recuerdos y sus deseos de seguir adelante con sus vidas. El director nos presenta una película muy agradable de ver, apoyado como siempre, en imágenes, más que en palabras. La película tiene algunos fallos, abre líneas argumentales que después no cierra y tiene algunas cosas, que a mi parecer sobran, ya que no suman nada a la película. Aún así es una película que se deja ver muy bien.

El protagonista, Stefano Accorsi, interpreta a Alessandro, un profesor de música barroca, que vive con su hermano y con su hija de 15 años. Este actor, de sonrisa seductora, natural de Bolonia, ha trabajado en numerosas películas e incluso publicidad y videos musicales, esta casado con la ex modelo y actriz francesa Laetitia Casta, con la que vive en Francia y donde él mismo confiesa quedarse allí y no querer volver a Italia.



En esta película interpreta a un profesor que vive más pendiente de su familia que de él mismo. Toda la película gira en torno a este conflicto. La vida de este profesor que se ha quedado anclado en la nostalgia y no es capaz de pasar página, pese a la insistencia de todos los que le rodean. Protegido por sus grandes amigos, por sus clases de música, sus clases de canto y su actividad de ir a leer a enfermos de un hospital, se aferra a todo esto para no mirarse a él mismo por dentro, el no pretende nada más, así es feliz, o eso cree.



Neri Marcoré, interpreta al hermano de Alessandro, es un anarquista radical que no sale de casa y es el que hace que te rías y sonrías durante toda la película. Con sus comentarios, gestos y su forma de comportarse, le da el auténtico aire de comedia italiana. Este actor es un cómico conocido por programas de televisión, es imitador de famosos y ha participado en numerosas películas así como actor de doblaje de películas de animación.


En cuanto a la tercera actriz, la pequeña Lisa Cipiani, que interpreta a Irina, hija de Alessandro, es una joven adolescente que parece la más madura de los tres. Es la que intenta poner algo de cordura y serenidad en sus agitadas vidas, mientras descubre lo que se siente al enamorarse por primera vez. Esta joven actriz ha participado en seis películas, entre ellas esta su primera película “pide permiso a los niños” de Eric Civanyan (2007). La verdad es que hace un papel muy bueno en esta película.


Este trío vive como una auténtica familia, el hermano del Alessandro, dentro de sus ideas y su locura, siempre intenta que todo vaya bien y se preocupa de su pequeña familia siendo consciente de que es lo único que tiene. Existe una fuerte unión entre ellos que les hace apoyarse en todo, el tío es el que mima a su sobrina y es más tolerante con ella. Alessandro, el padre, con los típicos miedos de padre va viendo que su hija se hace mayor y se convierte, en ocasiones, en padre autoritario y en una máquina de regañar. Cree que su hija, con sus 15 años, sigue teniendo 8. Los personajes no están del todo mal dibujados, no ahonda demasiado en ellos, lo justo para que les cojamos cariño y les entendamos, pero sin llegar a profundizar mucho más.


Otro de los personajes con los que nos encontramos es con Clotilde Courau, su aparición es excasa pero determinante para el cierre. Como curiosidad, deciros que a esta mujer se la llama Clotilde, princesa de Venecia y Piamonte tras su boda con el príncipe Emanuele Filiberto Umberto, príncipe de Venecia y Piamonte. Ha participado en varias películas y series de tv, Ganó un premio de Cine Europeo como mejor actriz por la película “le petit criminel” (1990). En esta película tenemos hasta princesas.



Clotilde Courau y el Príncipe
Emanuele Filiberto Umberto

Por último, destacar la aparición de la guapísima Anouk Aimée, conocida por la película "un hombre y una mujer".En esta película nos sorprende con una madurez llena de belleza y serenidad. Es un personaje algo poético, parece más bien la voz de la conciencia de Alessandro, es como su pepito grillo, que le recuerda a cada instante que el tiempo pasa y que debe seguir adelante con su vida, que ame y se deje amar.


Los tres actores principales eran totalmente desconocidos para mí. Ha sido un buen descubrimiento, porque, aunque no lo hacen de maravilla, en esta película están francamente bien.

No podemos definir “silencio de amor” como peliculón pero os la recomiendo por varias razones. Una es la música, que es espectacular. Otra el idioma, fantástico, se habla Francés e Italiano, y eso le da un ritmo a la película muy bueno. Y por último, la historia, que esta cargada de ternura y humanidad. Os recomiendo que la veáis en V.O. esta película, sin duda, hay que verla en V.O. sería un crimen verla doblada, perdería todo su esencia.


Es una película que te hace pasar un rato divertido y triste a la vez, aunque no dejas de perder la sonrisa. No es una película con muchas pretensiones, es sencilla y tierna. Se le podía haber sacado más partido a la historia, pero así es y así ha quedado. Una bonita cinta que deja buen sabor de boca.


jueves, 28 de julio de 2011

DÍAS DE VINO Y ROSAS



El título se toma de los versos de un poema del autor inglés Ernest Dowson (1867-1900).



“Recoged las rosas mientras podáis,
largos no son los días de vino y rosas.
De un nebuloso sueño surge nuestro sendero,
que se pierde en otro sendero”.


Jack Lemmon nos sorprende con esta interpretación, muy diferente a lo que nos tiene acostumbrados. Nos encontramos con un drama llevado de la mano de Jack Lemmon y Lee Remick. Dirigidos por Black Edwards y con guión de J.P. Miller, esta película, nos adentra en un drama duro, desgarrador, de una tremenda sensibilidad que nos hace sentir el dolor y la impotencia. Nos sorprende una temática donde ambos personajes se adentran en el mismo problema, siendo sus antagonistas ellos mismos. Al estar los dos protagonistas inmersos en el mismo drama se hace más patente la situación y a la vez, angustia más. No hay escapatoria ni respiro en la película para ninguno de los dos protagonistas.


Es curioso que un actor y un director que nos tienen acostumbrados a la comedia, nos presenten este impactante drama, donde dos protagonistas se verán envueltos en una lucha interior, una lucha con ellos mismos para intentar escapar de un pozo en el que se adentran cada vez más.


BLACK EDWARDS

Jack Lemmon interpreta a Joe Clay, un jefe de relaciones públicas que se enamora de Kirsten Andesen (Lee Remick) en una fiesta. A partir de ese momento comenzará un angustioso romance.


Jack Lemmon nos tenía, como he comentado antes, acostumbrados a la comedia y a sacarnos unas cuantas carcajadas. Ha protagonizado otras películas donde se nos muestra serio, como por ejemplo ¿Qué ocurrió entre mi padre y tu madre? Pero en esta, no solo se muestra serio, sino que protagoniza un drama bastante duro. Su interpretación es de diez. Lee Remick le acompaña y no se queda atrás, ya que su actuación es magistral. De lo mejor que he visto de ella. Pese a que no es una de mis actrices predilectas, reconozco que en esta película, esta estupenda.



Ambos personajes están perfectamente dibujados, su personalidad, su psicología, sus fuerzas y sus debilidades. Ambos evolucionan y nos muestran, durante todo el metraje, su angustia y su dolor.

Los diálogos son muy buenos, tienen las frases justas. Un buen guión, donde las imágenes cuentan mucho y los diálogos se cargan de fuerza y personalidad. Nunca he visto una película que refleje tan bien una situación como la que viven los dos protagonistas. Los cambios de humor, de la alegría a la tristeza, la euforia, el llanto, los gestos y las miradas son escalofriantes. En esta película se siente miedo, es un terror diferente a las películas de terror clásicas, es un miedo a esa boca que te puede engullir sin que te des cuenta. Juzgamos lo que vemos y pensamos que eso solo les pasa a determinadas personas, pero ¿quién sabe lo que le pasa a cada uno a lo largo de su vida? No es tan difícil caer, porque, en el fondo, somos seres débiles, que nos vamos salvando y protegiendo de la mejor manera que podemos o sabemos.



El ritmo de la película va en aumento, generando tensión dramática a cada momento, a medida que la película se adentra más en el hoyo, el ritmo cambia. Es como una obra de teatro donde la ambientación es estupenda. Las cuatro paredes en la que se desarrolla casi todo el infierno que van a vivir, te hace angustiarte con ellos. Te va envolviendo y sientes que no hay escapatoria, que se hunden cada vez más. Es una situación aterradora que, por desgracia, seguramente se dará en más de un hogar en la vida real. No hay lugar para el descanso, es un profundo pozo en el que se van metiendo y no nos dan tregua, es triste y tremendo, de principio a fin.


Esta claro que Black Edwards maneja perfectamente la cámara en cada momento y sabe dirigir este drama de manera muy desgarradora. Nos encontramos planos magistrales, picados y contrapicados, escenas que te dejan fría, como la de la búsqueda de la botella en el invernadero.




Billy Wilder, otro de los grandes directores de comedia, unos cuantos años antes, se atrevió con una película que trataba la misma temática “días sin huella” (1945) con Ray Milland y Jane Wyman. Otro peliculón de Wilder.

Ray Milland y Jane Wyman

En cuanto a la música, que puedo decir, es del gran Henri Mancini. Incorpora la canción de voces mixtas “Days of Wine and Roses” (Mancini y Mercer). Añade dos temas ajenos: “Rock-a-Bye Baby” y “I Only Have Eyes for You” (Warren). Esta cinta gano un Óscar a la mejor canción. La fotografía, de Philip Lothrop, nos muestra un fantástico blanco/negro con un claroscuro en las imágenes, que, visualmente es increíble, las imágenes y la luz, nos hablan de los personajes.

Es una película con buen guión, cargada de una gran tensión dramática y con dos protagonistas que no parecen actores de lo bien que lo hacen. Os la recomiendo, no dejéis de verla.


viernes, 22 de julio de 2011

MYSTIC RIVER

Ya estoy de nuevo con todos vosotros para hacer una reseña de una gran película. Otra de mi adorado Clint Eastwood.

Este peliculón dirigido por Clint Eastwood en el 2003, nos envuelve en una historia trágica, cargada de sentimientos, donde se entremezclan dudas, inseguridades, amistad y venganza.



Mister River esta basado en la novela de Dennis Lehane, la cual tengo y estoy pendiente de leer (tengo tantas cosas pendientes snifff). Según Clint, nada más leerla dijo: “es un relato fascinante con enormes posibilidades para su adaptación al cine. Sus personajes son complejos e interesantes y están muy bien definidos”. Cuando Clint empezó a considerar qué guionista podría adaptar mejor a la pantalla esta novela pensó en Brian Helgeland.



Cuando el guión llego a manos de los actores que Clint había elegido a conciencia, estuvieron encantados de hacer la película, tanto por el guión, que les intereso enseguida, como por el director. Se empaparon bien de los personajes y los interiorizaron para conseguir meterse en su piel. Según Robins, "el rodaje fue de maravilla, Clint les trataba de igual a igual y siempre con buenas palabras".

La película se rodo enteramente en Boston. Clint así lo quiso. Dijo que no existía otro sitio donde se pudiese rodar Mystic River. Incluso los decorados interiores se realizaron en un taller situado al sur de Boston.

El galardonado diseñador de producción Henry Bumstead, que ganó sendos Oscars por su trabajo en Matar un ruiseñor y El golpe, y que también estuvo nominado por De entre los muertos y Sin perdón, fue el responsable de la reproducción exacta de todos los interiores de las viviendas del barrio, así como también de la construcción del fatídico Black Emerald Bar, donde transcurre la escena más importante de Mystic River. Clint tenía una confianza ciega en este diseñador, al que le consideran el mejor que ha conocido, según Clint sabe resolver cualquier situación creativa que se presente y es capaz de utilizar los elementos visuales que encajan perfectamente con cada película.



Las sublimes interpretaciones de Sean Penn y Tim Robins nos dejan con la boca abierta, al igual que la de Kevin Bacon, que aunque es menor su interpretación, en esta película queda perfecto. Este trío de amigos va a pasar por una serie de pruebas morales que les harán retroceder al pasado, conocerse a ellos mismos y experimentar sensaciones que hasta el momento estaban enterradas en el inconsciente.



Sean Penn, que interpreta a Jimmy Markum, hace una actuación magistral, sus diálogos son desgarradores y para mi es una de sus mejores actuaciones en la pantalla. Sabe transmitir de forma fiel lo que el personaje siente y piensa en cada momento, nos sentimos unidos a él, queremos hablarle, consolarle, decirle que todo saldrá bien. Entendemos tanto al personaje que llega hasta a dolernos.


Tim Robins, que interpreta a Dave Boyle, lo hace de lujo, su angustia y sus traumas infantiles van emergiendo a la vez que va evolucionando la trama y, aquí Clint, nos confunde a propósito para que no sepamos muy bien a qué atenernos.



Respecto a Kevin Bacon, que interpreta a Sean Devine, he de decir que es el papel más flojo, lo hace correcto. Para la película esta bien, tampoco le pedimos más, simplemente que haga su papel, estamos tan centrados en los otros dos personajes que no importa que este flaquee algo, quizás no flaquea tanto, pero, al compararlo con la interpretación de Penn y Robins. Lo que sí es cierto es que Bacon hace una buena escena final cuando habla con Penn, no os desvelo nada para los que aún no la han visto.



Las mujeres de estos personajes son para analizar. La mujer de Jimmy Markum (Sean Penn), Ananabeth Markum, interpretada por Laura Linney se nos muestra sensible, amable, amante de su marido y, hasta casi el final de la película, no se nos revela como una verdadera y auténtica reina de la mafia, increíble el diálogo final de ella con Penn, te quedas alucinando, literalmente. Quizás debería haber dado muestras de su carácter un poco antes para no quedarnos pasmados.



La mujer de Dave Boyle (Robins), Celeste Boyle, interpretada por Marcia Gay Harden, es una mujer asustadiza, pusilánime, que acude a Jimmy cuando se siente preocupada y empieza a desconfíar de todo. Es un personaje que al final se queda igual que empezó, no se produce evolución ninguna. Se trata de la parte débil de la pirámide y, en esta película, se muestra quienes son los débiles y quienes los fuertes. La mujer de Sean Devine (Kevin Bacon), es la historia más floja de todas, ya que no suma ni resta, simplemente se nos dan datos de ella respecto a la vida de Sean y al final se resuelve de una manera precipitada para cerrar su historia.


Es una película que te envuelve tanto por la trama, como por los personajes. Clint es un mago para hacer personajes redondos, cargados de humanidad y de personalidad que evolucionan a la vez que avanza la historia. Clint te va llevando por la historia hacia donde quiere y te hace sentir en todo momento angustia, duda e intriga. Este director es de los pocos que quedan que sigue dirigiendo como los grandes clásicos.


Nos muestra que la casualidad, te puede cambiar la vida, a estos personajes les une una situación dramática del pasado y han ido creciendo y llevando vidas distintas con esa carga en sus hombros que nunca olvidarán. Lo que has vivido puede cambiarte y determinar gran parte de tu vida. Estos tres personajes, unidos por la amistad y por una situación trágica vivida desde niños, se vuelven a encontrar venticinco años después debido a una tragedia que se irá resolviendo de una forma que nos mantendrá en suspense toda la película.



Las películas donde se combina la importancia de los personajes y su evolución, a la vez que se resuelve un misterio me parecen tremendamente difíciles de hacer. Es como en el secreto de sus ojos, thiller y drama, donde los personajes van a la par con la trama.

No dejéis de verla. Merece mucho la pena. Os aseguro que es de las buenas de Clint.